Los científicos aseguran que la hipnosis también cura
En Estados Unidos, la medicina utiliza hipnosis en el tratamiento de patologías tan diversas como disfunciones sexuales, fobias, ataques de pánico y reuma, pero también da buenos resultados contra la bulimia y la anorexia.
Por Georgina Elustondo (gelustondo@clarin.com)
Huele a misterio. A cosa rara... Su zigzagueante recorrido a lo largo de la historia, la ha llevado a tutearse, con idéntica afinidad, con personajes de lo más contradictorios: desde científicos e intelectuales de renombre internacional, hasta fanáticos de lo esotérico, curanderos de dudosa fama y controvertidos defensores de la teoría de la reencarnación. Sin embargo, la hipnosis camina los primeros pasos del tercer milenio con un status distinto —y hasta inédito—: la ciencia reflotó su valor terapéutico y la medicina la incorporó en el tratamiento de patologías tan diversas como trastornos de alimentación, jaquecas y ataques de pánico, entre otras.
"Hace veinte años analizarse era un valor en sí mismo, pero la gente ya no quiere hacer tratamientos largos, necesita resolver problemas con mayor rapidez. Y es en este punto donde la hipnosis ayuda, porque acelera el proceso de insight del paciente, en tanto facilita el acceso a sectores de la mente que resultan inaccesibles en vigilia. Es una herramienta que permite focalizar la terapia en el problema que uno quiere resolver", dice el psicoanalista Horacio Losinno, quien presentó el tema en el IV Congreso Mundial de Psicoterapia (www. 4cmp. org. ar) en Buenos Aires.
¿Para qué casos se indica?
"Para problemas muy diversos. Funciona muy bien con todos los males psicosomáticos y es muy eficaz para tratar casos de bulimia y anorexia. También se usa con mucho éxito en el ámbito de los cuidados paliativos en pacientes terminales, para aliviar el dolor", dice Losinno, al frente de un curso sobre el tema que se dictará en el Hospital de Clínicas.
El auge de la hipnosis en el Primer Mundo es tal, que la Clínica Mayo de Estados Unidos dedicó su revista médica del mes de Abril del 2005 al estudio de la aplicación de la hipnosis (Mayo Clinic Proceedings, April 2005). Reúne 144 artículos de profesionales de todo el país y concluye que "hay importantes evidencias sobre el uso exitoso de la hipnosis en el tratamiento de numerosas patologías", como disfunciones sexuales, fobias, alergias, jaquecas, asma, reuma, obesidad, hipertensión, dermatología, urología, gastroenterología, hematología y obstetricia. "La aceptación de la hipnosis está creciendo en base a serios trabajos empíricos que así lo demuestran", asegura.
Entre los ejemplos, destaca un estudio sobre pacientes con asma que, gracias al tratamiento con hipnosis, redujeron notablemente el uso de broncodilatadores y tuvieron menos episodios severos. Y también comenta diversas investigaciones sobre trastornos de sexualidad, que lograron mejoras de hasta un 80% con técnicas de sugestión.
"La utilización de la hipnosis para calmar el dolor, arrastra tantos siglos como acumula el hombre sobre la Tierra", asegura el doctor en psicología clínica Carlos Malvezzi Taboada. "El instinto terapéutico del ser humano hizo que la palabra fuera una herramienta para aliviar los padecimientos físicos desde hace miles de años. Y eso es la hipnosis: una modalidad terapéutica basada en la palabra, que permite optimizar los recursos que todos tenemos, pero a los cuales no podemos acceder de otra manera que en situación de trance."
Hace más de treinta años que Malvezzi Taboada trabaja con hipnosis; por eso hoy celebra el respeto que la misma está ganando en los ámbitos académicos y científicos: "Cada vez más médicos vienen a formarse en hipnosis. Ya han pasado unos 2.000 profesionales por nuestros cursos y, actualmente, dos de los principales gastroenterólogos del país están aprendiendo la técnica para tratar colon irritable, porque los resultados son buenísimos", sostiene el psicólogo.
Diversos estudios han demostrado que las personas sumidas en trance hipnótico presentan un grado elevado de insensibilidad al dolor. "Los pacientes que sólo permiten que los llevemos a un grado de profundidad leve logran apenas una mayor tolerancia al dolor que en la vigilia, pero si el hipnotizador es competente, esa tolerancia puede aumentar hasta un 40%", dice Losinno.
Muchas historias y fantasías se han tejido en torno a la hipnosis. ¿Quién no ha visto esos espectáculos donde alguien es ridiculizado y obligado a hacer cosas vergonzosas, para luego ser despertado en un gran estado de confusión? Pues bien: los especialistas aseguran que la hipnosis Clínica —bautizada así para enfatizar su uso por parte de profesionales de la salud— nada tiene que ver con esas exhibiciones.
"La hipnosis es un método seguro, que le permite al paciente desarrollar conductas que benefician su salud y lo ayudan a controlar el dolor. En trastornos de ansiedad y angustia, en disfunciones sexuales y en ataques de pánico, hay resultados inmediatos", asegura Malvezzi Taboada.
En muchos casos, la hipnosis funciona como complemento de tratamientos convencionales, sobre todo en el caso de las patologías orgánicas. "Es peligroso tapar el dolor cuando no se sabe de dónde viene; el diagnóstico médico debe ser claro antes de empezar", advierte Losinno. "No hay que perder de vista que no es magia ni es una panacea. Es sólo un buen bisturí, un instrumento muy valioso que favorece un estado de lucidez que no se logra en vigilia y que puede resultar muy beneficioso para resolver algunos problemas." Nada más, nada menos.